El limonense, Sherman Guity de 27 años, ganó con récord los 100 metros de esas justas con 10,65 en la capital francesa.
El viaje a la victoria de Guity es el mejor guion de una película de esfuerzo y perseverancia.
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Viene de una familia pobre, se metió al atletismo para ir surgiendo y cuando era una promesa nacional, un accidente en motocicleta en el 2017, lo hizo perder la pierna izquierda y a los pocos días con gran temperamento, decidió que sería paraatleta. Contó con el apoyo desde ese momento de la Ortopédica Cartaginesa, que le dio la primera prótesis.
En una amplia entrevista en "Casual" con el periodista Gustavo López, Sherman Isidro Guity Guity, narró su increíble historia de lucha, tragedia y camino a la victoria.
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De la pobreza al atletismo
Guity creció en el barrio Roosevelt, en donde tuvo una infancia bastante bonita, pero a su vez dura por la situación económica que pasaba la familia. No obstante, cuando conoció el atletismo se enamoró de él y desde entonces lo práctica con mucha disciplina, aunque también confesó que por un momento pensó en dejarlo al quedar último en una carrera con sus amigos.
"Yo me iba caminando, obvio, quedaba cerca (el Polideportivo). A veces mi mamá nos dejaba con mi abuela, mi abuela vivía en Pueblo Nuevo. Me iba trotando desde Pueblo Nuevo hasta el lugar que quedaba a unos 4-5 kilómetros", confesó el jugador.
Sherman también contó como fue su primer contacto con el deporte y la promesa que se hizo a si mismo y que hoy en día la cumple a cabalidad. "Al principio cuando entré al atletismo no me gustó porque me ganaron. Dije que eso no era para mí y me retiré, pero tenía a un amigo bien necio que me decía: 'jale, jale' y al final fui. Empece a entrenar y entrenar, saque una buena velocidad, clasifiqué a mis primeros juegos nacionales con 16 años y quedé de último. Me hice una promesa, nunca más quedar de último".
El atleta tras la decepción que se llevó comenzó a entrenar con más disciplina e incluso realizando trabajos extras para tomarse su revancha un año después en los Juegos Nacionales al quedar campeón. Guity actualmente se desempeña en las pruebas de 100 y 200 metros, pero también llegó a correr los 400 metros.
El atleta también confesó que mira el atletismo como un salvavidas, pues de lo contrario estaría trabajando en otra profesión o hubiera tomado un mal camino.
"Realmente sí. Tal vez estuviera en drogas o trabajando en algún lugar. Crecí alrededor de drogas y mala influencia", comentó Sherman. "Lo que me gustó del atletismo fue que conocí otros lugares. Yo nunca había salido de Limón y cuando llegué a San José pensé que estaba en Estados Unidos. Entonces cuando llegaba aquí solo quería McDonald, Burger King y así".
Sherman Guity logró sacar la primera, pero la secundaria no la terminó porque debía ayudarle a su mamá para llevar el sustento de su casa. El limonense trabajó en construcción, vendiendo mangos y cualquier otro trabajo que le aparecía.
Con respecto a practicar otro deporte, el velocista confesó que llegó a jugar como portero en dos oportunidades pero no le gustó y también probó con el cricket, pero tampoco le llenó. No obstante, cuando conoció el atletismo le gustó mucho.
"En el polideportivo entrenaba. Yo realmente no sé como logré ir a entrenar comiendo solamente una vez al día, tenía energía. Cuando vine a San José tenía mejores condiciones y mi talento mejoró, exploté", expresó.
El antes y después de llegar a San José con la ayuda de otro gran atleta nacional como Nery Brenes. "No es sencillo tomar la decisión de venir a San José. Primero agradecer a Nery Brenes, porque cuando lo veía correr los 400 metros wow; él me apoyó bastante. Cuando él me vio correr dijo: 'él tiene mucho talento'. Él estaba entrenando con Chanto en ese entonces y quería que yo viniera. Vine unos días, me quedé con unos amigos y él junto a mi entrenador Chanto me pagaban todo hasta que conseguí una beca. Gracias a ellos estoy donde estoy".
El corredor también indicó que durante esa etapa entrenaba bastante duro a la par de Brenes y gracias a ese esfuerzo clasificó a sus primeros Juegos Centroamericanos, en donde ganó y logró su primera beca y el patrocinio de Dos Pinos.
Sherman reveló que tampoco tenía el conocimiento de que haciendo atletismo conseguiría ganar dinero, pero nunca pensó en ese aspecto, sino que practicaba y práctica el deporte por amor.
El día que cambió su vida
Sherman también relató como fue el día que sufrió el accidente de tránsito en la General Cañas y que le cambió su vida, pero que nunca dejó vencer y que su sueño de ser uno de los mejores quedara en el olvido.
"Por un patrocinador conseguí la moto que me ayudaba para ir a entrenar. Un día después de entrenar me voy rápido para mi casa, yo vivía en Río Segundo de Alajuela, e iba detrás de un trailer, lo intenté rebasar rápidamente y cuando me pasa un carro me tope un bus de frente, me metí entre el bus y el trailer para no chocar contra el bus, como que me golpee la manivela y caí raro, no sé cómo pasó porque fue muy rápido", describía Guity.
Agregando: "Me intenté parar, pero no podía. Entonces empiezo a ver para todas partes y vi mi pierna como a 5 metros. No quería ni pensar que era mi pierna, yo me le quedé viendo y decía: 'jamás, esa no puede ser mi pierna. ¿Qué voy a ser ahora? En todo momento estuve consciente, hubiera querido desmayarme'".
El atleta limonense continuó su relato cuando ya se encontraba en el hospital y confirmó que producto del accidente de tránsito su pierna izquierda quedó amputada.
"Me llevaron al hospital. Cuando me levantó lo primero que hago es levantar la cobija para ver si estaba la pierna... Para mí ya era real. Empiezo a llorar, llega mi entrenador y nunca lo había visto llorar, me sorprendió mucho. Luego pensé: 'ya no tengo la pierna, tengo que ver que hago y continuó con mi vida'. Yo estaba pensando en que puedo hacer para seguir adelante... Yo lloré un día y al siguiente ya estaba pensando en que hacer. Me di cuenta que existían prótesis para correr. No conocía sobre prótesis ni el mundo Paraolímpico hasta ese día", relató.
Continuó: "No me interesaba hasta ese día y volví a soñar. Me puse contento y a enfocarme en eso, en salir del hospital para poder usar una prótesis. Cuando estaba en el hospital en terapia les pedía que me pusieran a hacer abdominales o lo que quisiera para no perder la forma".
Guity también consideró que todas las dificultades que ha tenido en su vida lo hicieron valorar el día a día y no ponerse a lamentar por lo que había perdido.
"En mi cabeza lo vi normal, tal vez por las situaciones que he pasado. Siento que cuando uno ya no tiene algo no se debería lamentar. No puedo llorar por algo que ya no está y en eso me concentré. Obvio si pudiera tener mi pierna mejor, pero la prótesis no esta tan mala", comentó.
Sobre quien lo orientó en temas de prótesis para hacer deporte dijo: "Ortopédica Cartaginesa me dijeron 'le vamos a dar una prótesis para caminar y otra para que pueda trotar'. Pasaron seis meses cuando me dieron mi primera prótesis y me la pongo dolía mucho, pensé que no iba a poder y me la quite. Me fui a acostar, me quede pensando y dije 'yo tengo que dominarla'. Los primeros días me iba a caminar con las muletas y el dolor poco a poco se fue".
"A los 7 meses pude usar la prótesis de trotar. Es más, yo corrí con la prótesis de caminar y yo llegó con el protesista y le digo 'Vea, yo corrí con la prótesis de caminar' y me dice 'huevón eso no se puede hacer'. No le hice caso porque yo quería correr, cuando vio que no le hacía caso me consiguió la prótesis para correr".
Sherman confesó que le salió natural el comenzar a correr, aunque si llegó a tener miedo porque el equilibrio era distinto y llegó a caerse en algún momento. Luego comenzó a correr y cuando esta listo para volver a competencia le consiguieron su actual prótesis con ayuda del Icoder.
A los 9 meses, Sherman tuvo su primera competencia Paralímpico en Arizona, en donde estaba haciendo mucho calor y tuvo miedo de que la prótesis saliera volando porque le quedaba floja. En esa carrera finalizó tercero y estaba entre los 8 mejores del mundo y poco a poco fue ascendiendo. "Ellos (Ortopédica Cartaginesa) fueron una parte fundamental para que yo volviera a correr. Sin ellos no hubiera podido".
Durante el Mundial de Paratletismo logró vencer en los 100 metros planos, pero en los 200 metros se cayó en plena carrera. Guity señaló que en aquel momento casi lloró de impotencia, pero rápidamente levantó cabeza y considera que todo pasa por algo, la vida no es perfecta y que los errores que se comenten es solo culpa de uno mismo.